martes, 3 de octubre de 2017

19 de septiembre 2017. No olvidar


A dos semanas exactamente del sismo que sacudió a la ciudad de México, Morelos, Puebla, Ciudad de México, Tlaxcala y al Estado de México. Pero todo comenzó el 7 de septiembre en los estados de Chiapas y Oaxaca donde los daños fueron devastadores.

Este espacio lo hago como una breve crónica y opinión de lo que sucedió en estas dos semanas en la vida de nuestra comunidad escolar y de lo sucedido en nuestro país. Los daños se cuentan por gran cantidad, las manos de los socorristas, voluntarios y civiles se unieron por montones para apoyar en el primer minuto de la desgracia. México es un país solidario por naturaleza, nuestro corazón es fuerte y único.

Eran las 13:10, estaba en mi salón de Formación Cívica y Ética, el grupo era tercero E. Me disponía a pasar lista, lo cual hice en dos minutos. Nos acompañó en clase uno de los jóvenes que estaba haciendo su práctica para trabajo social. (Tercero de derecha a izquierda, camisa blanca). Fue mudo testigo de mi trabajo de un día. Al finalizar me felicitó por mi trabajo lo cual agradecí.



Al salir mis alumnos en orden, se dirigieron a la salida. No sentí nada extraño. Fue al llegar al sitio de firmar mi salida y entrada del turno matutino y vespertino respectivamente cuando una compañera maestra estaba en  shock. Fue cuando me percaté de lo sucedido.


Ya el turno vespertino no pudo ingresar a la escuela por la situación de emergencia que se suscitó en el país y en algunos lugares de la ciudad de México en particular. La incertidumbre y la duda hicieron su presencia. No era para menos, se escucharon entonces cortos noticiosos de la magnitud de la desgracia.



Nuestra escuela al parecer no presentaba ningún daño pero era mejor estar seguros y atender las indicaciones de las autoridades de protección civil, del gobierno del estado, de educación para evitar una desgracia.


En el país las escenas de destrucción son muy habituales en algunas zonas determinadas. Donde la gente perdió parte o totalmente sus pertenencias y un lugar donde vivir.


Pero de las entrañas de los hogares de las escuelas, de los sitios de reunión, de todo lugar los jóvenes se hicieron presentes, Esos a quienes vemos con odio o resentimiento, con mucho tiempo sin hacer y que los tildamos de lo peor. Muchos de ellos dieron horas de su tiempo para ayudar en el primer minuto de la desgracia.

Resultado de imagen para puño en alto

Exalumnos de años anteriores fueron quienes contactaron a otros y asi se hizo una gran cadena de comunicación efectiva y ayuda. Pero también de denuncia sobre lo que iba poco a poco sucediendo con el apoyo enviado a lugares donde a ayuda era muy necesaria. Un franco reconocimiento a esos jóvenes anónimos que ayudaron en el momento justo, sin medir tiempo, condición o titulo académico. Solo ayudaron, que fue hacer todo. La gente ayudó a la gente.


Los medios de comunicación se dieron a la tarea de difundir escenas dantescas de destrucción y además de crear una historia telenovelera que dañó mucho la figura de nuestras fuerzas armadas, marina y ejército. Sin embargo la sociedad civil, seguía trabajando en ayudar a los caidos y rescatando a los atrapados bajo escombros.


La ayuda de muchos países comenzó a llegar y su esfuerzo se agradeció por contribuir en tan humana labor hacia el pueblo mexicano.


En el Estado de México los estragos fueron menores aunque no por ello de consideración.

Resultado de imagen para estados unidos apoyo sismo

Las medidas de nuestro gobierno del Estado fueron inmediatas y precisas.


Y de la misma forma nuestra Organización Sindical dio apoyo y confianza desde el primer sismo en Oaxaca y Chiapas. Gracias a todos aquellos hogares que contribuyeron en el acopio. Y en los sucesos del 19 de septiembre, su participación ha sido muy importante para brindar seguridad tanto a los alumnos como a todo el personal que colabora en cada plantel educativo


Ahora vienen las estrategias de prevención y cuidados que debemos tener con respecto de cualquier desastre de tipo natural. Los cuales no se pueden prevenir o determinar en magnitud o presencia. Seamos reflexivos y atentos a las indicaciones de las autoridades.



Y ante la desgracia el sentido de responsabilidad, criterio, y madurez afloró en nuestra sociedad.


Es un momento de reflexión, donde debemos acercarnos a la familia, platicar, cuestionar y establecer acuerdos de seguridad. Porque vimos que lo más resistente fue lo que cayó. Nadie está exento de una desgracia.
El mismo día, la misma fecha deja marcada nuestra vida en sociedad pero debemos estar prevenidos y actuar en consecuencia con resiliencia y avocar nuestras energías a salvar y preservar nuestra vida y posteriormente la de los demás, los seres vivos que nos rodean y son importantes para nuestra vida porque es con ellos con quienes compartimos este mundo.


Un aplauso y reconocimiento a los rescatistas, voluntarios, gente que dio todo lo que tenía para ayudar al que se encontraba en desgracia. Sabemos que el camino será largo pero debe estar en nuestra mente que trabajando en equipo y con las debidas medidas de seguridad y trabajo todo saldrá bien.


Espero todos se encuentren bien. Y que no haya sucedido nada grave en su integridad. Saludos. Profr. Eloy Eduardo Vázquez Piña. Consumatum Est.