


Alimentación
Dicen que somos lo que comemos. Pareciera que la sociedad mexicana se encuentra marcada por el estigma de la vitamina "T": Torta, tamal y tacos. Y no es que sean malos o de sabor desagradable, sino por el contrario son una sabrosa tentación para cualquier paladar.
Muchos extranjeros han venido a México y se llevan el rico sabor de boca de las maravillas gastronómicas de nuestro país. Pero seamos honestos, el comer bien no necesariamente es llenarse a reventar, o sentirse como globo de playa. El secreto consiste en comer lentamente y cuando se siente satisfecho el estómago, decir : hasta aquí.
Hay también una receta secreta para disfrutar comer: a sus horas y en orden. Primero el postre, luego el guisado y al final la sopa. Además de: comer de todo. No hacerle el feo a la verdura, a las cremas, a las ensaladas o guisados exóticos. Probar lentamente un poco y si fue de nuestro agrado, servir un poco más. Se considera cuando se es adolescente, "comer como náufrago", porque como dicen por ahí: "me estoy desenrrollando."
El mundo actual en el que vivimos hace del comer un fast food o mejor dicho, comida rápida; trayendo consigo malas digestiones, gastritis, cólicos diversos y otras enfermedades gastrointestinales. La mejor forma de disfrutar de una comida es tenerla en casa con la familia y platicar de cosas agradables, proyectos, logros, recordar viajes, etc. Porque es casi camún que la hora de la comida se transforma en el departamento de quejas y sugerencias. Disfruten de un buen platillo y... buen provecho.