domingo, 6 de febrero de 2011

Suecia y algo más...

Intenté publicar algo en este espacio durante el fin de enero, pero me fue imposible por cuestiones laborales. Sin embargo ahora lo hago y pregunto sobre los logros del primer mes del año. Es momento de cuestionarnos sobre lo que hicimos en enero y si cambiamos en verdad nuestra forma de trabajo, lo que nos prometimos en la fiesta de fin de año, en la cena de Navidad y hasta en los pasados tamales del día dos.
Solo puedo comentar que si no tuvimos ningún cambio es de recordar que no estamos comprometidos con lo que deseamos o tenemos. Por ejemplo en el ámbito escolar la disciplina es el factor relevante que daña a más de una escuela, porque tiene diversas directrices para poder trabajar. No se puede solamente cambiar de la noche a la mañana, tiene que haber un cambio inicial de todos. Parece algo imposible pero se puede lograr, si se puede conquistar, debemos empezar nosotros con lo mas elemental.
Espero que todos hayamos visto verdaderos cambios en nuestra vida, de estudiantes, de docentes, directivos y del público en general que visita este site. Sea para ustedes un momento de serenidad y tranquilidad haber pasado momentos de alegría, fiesta y ahora estar nuevamente en el trabajo cotidiano.
Ahora bien, retomo mis comentarios sobre los países del libro mencionado en la publicación anterior, el turno toca ahora a Suecia. Orden riguroso del autor y no de un servidor. En Suecia se trabaja con un método llamado aprendizaje en espiral, el cual consta de "trabajos de investigación que fomentan el trabajo de equipo, la innovación en el diseño y presentación de propuestas y resultados, la relación entre maestros y alumnos y la mezcla de alumnos de grados avanzados de secundaria con pequeños de primaria. Unos y otros, en distintos niveles y con diferentes responsabilidades, se relacionan e interactúan en forma de espiral hasta que producen un resultado."
Este modelo es retador y cumple con las espectativas de un país como Suecia, sin embargo en México tal vez exista una brecha generacional que impída efectuar esta espiral de aprendizaje de forma natural. Los alumnos buscan otro tipo de intereses pasando de grado a grado. Se necesitaria una gran mentalidad de apertura para aceptar a los alumnos más pequeños en una escuela donde los adolescentes mismos en ocasiones se sienten víctimas o verdugos en algún momento.
Finalmente un comentario de la figura denominada Rektor, autoridad educativa en Suecia dice algo relevante con respecto al trato y la forma de ser del alumno pero sobre todo del docente. "...el secreto de la buena educación, desde el punto de vista de la enseñanza en la escuela, radica en dos cosas: reglas claras y amor por los niños. Con eso, según él, se pueden hacer maravillas con la educación y con los menores. Así, el ambiente de la escuela es muy bueno y el desempeño de los alumnos mejor." Esta idea la comparto parcialmente, debido a que si el docente interviene en el ámbito de la familia o el trato a nivel seno familiar, tiende a penetrar en un ambito que no le compete. Si es muy impotante y considero vital el respeto y el amor a los niños, pero no es totalmente la clave, las reglas en ocasiones no pueden llegar a ser totalmente claras o sea transparentes, debido a multiples factores. Aqui es donde las condiciones de cada escuela sn diversas y deben respetarse íntegramente, no podemos llegar a cambiar nada de pronto, sino paulatinamente bajo las condiciones más idóneamente posible. Consumatum Est.

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